En la Antigüedad

Desde las primeras manifestaciones netamente humanas, los hombres, respondiendo a una vocación natural, pero también buscando protección y amparo frente a las fuerzas de la naturaleza ya las acciones de otros hombres, han actuado guiados por su instinto de conservación en donde la acción en conjunto con los otros miembros de la comunidad ha ocupado un lugar muy importante.

Cuando el hombre se asentó en determinados lugares y comenzó a explotar la tierra de una manera más previsiva y permanente, la cooperación entre los individuos comenzó a convertirse en una acción mucho más compleja. En verdad, los hombres primitivos eran cooperadores por naturaleza y tanto el trabajo como sus frutos, incluyendo los bienes necesarios para obtenerlos, eran de índole colectiva.

Por consiguiente podemos mencionar los siguientes hechos como muestras claras de intentos de organización muy importantes:

  • El comercio de los faraones egipcios (2500 AC) quienes conformaron asociaciones encargadas de la regulación de las actividades en la búsqueda de amparar los intereses comunes.
  • El aseguramiento de mercancías por parte de los mercaderes y navegantes fenicios (1500 AC), que dio origen al seguro colectivo actual.
  • En Babilonia (550 AC), existieron organizaciones solidarias orientadas hacia el intercambio y la comercialización de productos agrícolas; como las sociedades de créditos, encargadas de defender a los pobres contra las injusticias de los préstamos de los poderosos.
  • En Roma existieron los "Collegia", conformados por artesanos, que a pesar de contar con facilidades legales o económicas, conformaron colegios comerciales cobijados bajo la figura de asociaciones religiosas y que fueron finalmente suprimidos por Julio César en el año 45.

La idea y la práctica de la Cooperación aplicadas a la solución de problemas económicos aparecen en las primeras etapas de la civilización. Muy pronto los hombres se dan cuenta de la necesidad de unirse con el fin de obtener los bienes y servicios indispensables. Los historiadores del cooperativismo están de acuerdo en señalar como antecedentes del sistema cooperativo, entre otros los siguientes:

  • Las organizaciones para la explotación de la tierra en común de los babilonios (Hans Muller).
  • La colonia comunal mantenida por los Esenios
  • Sociedades Funerarias y de seguros entre los griegos y los romanos.
  • Los "ágapes" de los primeros cristianos como forma primitiva de las cooperativas (Lujo Brentano).
  • Vida agraria entre los germanos (Otto Gierke).
  • Organizaciones agrarias y de trabajo entre los pueblos eslavos: el Mir y el Artel entre los rusos, la Zadruga de los serbios.
  • Organización del trabajo y de la producción en el Manoir medieval (De Brouckerc).
  • Agrupaciones de los campesinos para la transformación de la leche "queserías" de los armenios y de los campesinos europeos de los Alpes, del Jura y del Saboya.
  • Organizaciones para el cultivo de la tierra y el trabajo en la organizaciones precolombinas, principalmente entre los Incas y los Aztecas.
  • Las Reducciones de los jesuitas en el Paraguay.
  • Las Cajas de Comunidad en la época de la colonización española en América.
  • Las colonias con el carácter religioso de los inmigrantes en Norte América.

 

Cooperativismo moderno

Con la invención de la máquina de hilar y el descubrimiento de la fuerza motriz del vapor en la segunda mitad del siglo 18, comenzó una era de desarrollo jamás vista hasta entonces. En pocos años, las fuerzas productivas se multiplicaron miles de veces. El mundo entró en un proceso acelerado de cambio y progreso al que se le conoce como la Revolución Industrial.

El aumento de fábricas requería más y más obreros. Los campesinos más pobres empezaron a abandonar la tierra y a emigrar a las ciudades. Se comenzaron a formar barrios obreros alrededor de los grandes centros industriales. La ciudad crecía y crecía.

Durante las primeras etapas, las ganancias de los capitalistas aumentaban exageradamente. Sin embargo, no se producía el bienestar general que predecían los teóricos. Por el contrario, cada día los trabajadores se empobrecían más. Los salarios que se pagaban eran miserables. Para que una familia pudiera sostenerse tenía que trabajar el padre, la madre y los hijos e hijas desde los 6 y 7 años de edad, y aún así vivían mal. La jornada de trabajo duraba entre catorce y dieciseis horas diarias.

Las condiciones de salud eran horribles. Los obreros vivían en sótanos húmedos y putrefactos. Los barrios eran centros de toda clase de males sociales debido al hacinamiento, ya que no tenían los servicios adecuados y necesarios para la vida en comunidad. El trabajador sólo tenía a sus hijos (la prole). Por eso era proletario.

Durante las primeras etapas de la Revolución Industrial surgieron luchas contra el orden económico existente. Estas luchas inspiraron el surgimiento de distintos movimientos de reforma social: el movimiento sindical, el movimiento de reforma parlamentaria, la agitación contra las leyes de pobres, el movimiento librecambista, el socialismo y el movimiento cooperativista.

El año 1844 marcó dos grandes hechos que adelantaron la defensa de los intereses de las clases pobres. En Rochdale, Inglaterra se abrieron las puertas de la primera cooperativa exitosa moderna, y en otro pequeño pueblo dinamarqués, Rodding, se abrió la primera de las escuelas de nivel secundario conocidas como Folk High-Schools. Ambas instituciones se organizan para luchar por el desarrollo del ser humano. En Rochdale, eran obreros tejedores; en Rodding, campesinos agrícolas desheredados.

Y fue así que el 21 de Octubre de 1844, 28 tejedores ingleses abrieron la primera cooperativa que tuvo éxito definido en la historia del cooperativismo. Se les llamó "Los Justos Pioneros de Rochdale" y heredaron un conjunto de normas conocidas como "Los Principios Cooperativos de Rochdale", los cuales sirven de base al actual sistema cooperativo mundial.

En la Encíclica "Rerum Novarum" del Papa León XIII, publicada en 1891, se sentaron las bases principales de la Doctrina Social de la Iglesia, y Pío XI en su Encíclica "Quadragesimo Año" de 1931, conmemorando el cuadragésimo aniversario de la encíclica de León XIII, recogió y orientó las inquietudes de los católicos frente a cuáles eran los derechos de los diversos actores de la producción: "los que aportan el capital y los que ponen el trabajo".

En ese tiempo se estaban ofreciendo diversas soluciones para darle salida a la problemática de los factores mencionados. El liberalismo extremo que se iba ya implantando de manera salvaje: sin leyes, sin estado, sin gremios; plena libertad para los capitalistas. Otra solución era la de un socialismo muy amplio, fragmentado en multitud de corrientes, pero coincidente en proponer como remedio al conflicto, la abolición de la propiedad privada.

La propuesta de León XIII se centraba positivamente en ofrecer las luces de los principios morales fundamentales: la dignidad única de la persona humana y, por consiguiente, de su trabajo y su derecho de propiedad; y en exhortar a la búsqueda de la concordia y la paz mediante la acción del Estado, de la Iglesia y de la asociación profesional que abarca patrones y obreros; brotando todo ello de una profunda restauración de las costumbres cristianas, pero "principalmente de una gran efusión de caridad... que comprendía en sí toda la ley del evangelio".

 

Principios Cooperativos:

  1. Membresía abierta y voluntaria.
  2. Control democrático de los miembros.
  3. Participación económica de los miembros.
  4. Autonomía e independencia.
  5. Educación, formación e información.
  6. Cooperación entre Cooperativas.
  7. Compromiso con la comunidad.

 

Valores Cooperativos:

  1. Ayuda mutua.
  2. Solidaridad.
  3. Equidad.
  4. Igualdad.
  5. Democracia.
  6. Responsabilidad.

 

 

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Cooperativa Multiactiva de Funcionarios de la ANDE Ltda.